Para convertirte en mamá debes estar informada sobre los tratamientos que ofrecen las mejores clínicas de fertilidad en México, ya que, tu salud será lo más importante a lo largo del camino para lograr tu sueño.
Lo primero que hay que saber es que existen diversos tratamientos para la infertilidad y éstos dependerán de la clínica de fertilidad a la que acudas, la experiencia que tengan, el cuerpo médico y por supuesto, la tecnología que utilicen.
Primeras opciones
En general, las clínicas de reproducción asistida ofrecen técnicas de baja y alta complejidad como el coito programado y la inseminación intrauterina. El primer método se refiere a programar las relaciones sexuales en la ventana de ovulación para tener más probabilidad de lograr el embarazo.
El monitoreo del desarrollo folicular y la ovulación es necesario, al igual que en la inseminación intrauterina, sin embargo, aquí se omiten las relaciones, pues se estimula la ovulación con medicamentos y después con un catéter se llevan los espermatozoides al útero.
Sin embargo, los centros de fertilidad en México también ofrecen la fertilización In Vitro, donde en un laboratorio se manipulan los ovocitos (óvulo y espermatozoides).
Fertilización In Vitro
La fecundación In Vitro implica la toma de medicamentos con efectos secundarios, sin embargo, una opción puede ser una Mini FIV o Ultra Mini FIV, es decir, una FIV de mínima estimulación como la que ofrecen los centros de fertilidad Hope IVF.
Con la mínima estimulación se reducen el uso de medicamentos y los efectos secundarios, además del costo, obteniendo mejores resultados.
Otra opción que ofrecen este tipo de clínicas es la FIV con donación de óvulos para mujeres con baja reserva ovárica, ya sea por la edad o causas genéticas. El procedimiento busca extraer los óvulos de una donante sana, la cual puede elegirse por medio de algoritmos de reconocimiento facial para que tu bebé se parezca a ti.
En México esta tecnología es exclusiva de Hope IVF, por tanto, puedes concertar una cita aquí.
Recuerda que los médicos te recomendarán el tratamiento que mejor te convengan después de una serie de estudios, pues también consideran tu historial clínico para el diagnóstico.
